Los niveles de eosinófilos pueden ser demasiado altos en respuesta a las alergias. También pueden ser demasiado altos cuando se está expuesto a ciertos tipos de bacterias o parásitos. Un parásito es cualquier organismo que vive en otro ser vivo y obtiene una ventaja al hacerlo, pero causa desventajas al ser vivo del que está viviendo.
Ciertos tipos de trastornos de la piel tales como el pénfigo, pueden causar un aumento de los eosinófilos. El pénfigo es un trastorno grave de la piel en el que se desarrollan ampollas y manchas sobre las finas paredes de la piel.
Ciertos tipos de medicamentos pueden aumentar los niveles de eosinófilos hasta extremos demasiado altos. Los eosinófilos también pueden ser altos por enfermedades que causan un aumento del tejido mieloide. El tejido mieloide es un tipo de médula ósea (un tejido que se encuentra dentro de los huesos) que tiene muchas fibras.
Una de las condiciones en la que hay un aumento del tejido mieloide es en la policitemia vera. La policitemia vera es una condición de causa desconocida en la que hay un aumento a largo plazo de las células rojas de la sangre y de otros tipos de células. Otra de tales condiciones es la mielofibrosis, en el que la médula ósea normal es reemplazada por tejido fibroso (el tejido conectivo del cuerpo).
También se observa un aumento de eosinófilos en respuesta a los trastornos vasculares del colágeno. Los trastornos vasculares del colágeno son un grupo de trastornos adquiridos que tienen en común la inflamación generalizada de los vasos sanguíneos y del tejido conectivo. La gastroenteritis eosinofílica también puede provocar que el nivel de eosinófilos llegue a ser demasiado alto. La gastroenteritis eosinofílica es una condición en la que los eosinófilos de la sangre pasan a las membranas mucosas del intestino delgado. Una membrana mucosa es uno de los cuatro tipos principales de capas finas de tejido que revisten o cubren diferentes partes del cuerpo. El intestino grueso es una estructura en forma de tubo que forma parte del tracto digestivo. Se extiende desde una abertura en el estómago hasta el ano (extremo posterior) y ocupa la mayor parte de las partes inferiores del vientre. El intestino se divide en dos secciones principales: El intestino delgado y el intestino grueso.
Otra condición que puede causar un aumento de los eosinófilos es la sarcoidosis. La sarcoidosis es una enfermedad en la que pequeñas protuberancias redondeadas se forman en los tejidos. Las protuberancias pueden formarse en muchas zonas sobre o dentro del cuerpo, como por ejemplo, sobre la piel o en los pulmones. El síndrome de Loffler también puede causar un aumento de los eosinófilos. El síndrome de Loffler es un trastorno en el que se producen fiebre, pérdida de peso y falta de aire, además de sustancias que penetran en los pulmones, acompañadas por la sangre. En la enfermedad de Addison también se observa un aumento de los eosinófilos. La enfermedad de Addison es una afección potencialmente mortal en la cual se produce un corte total o parcial de la corteza suprarrenal. La corteza suprarrenal es la parte exterior de un órgano importante (la glándula suprarrenal) que produce hormonas que son esenciales para que el organismo pueda regularse por sí mismo. Las hormonas son sustancias químicas naturales producidas por el cuerpo y liberadas en la sangre que tienen un efecto específico en los tejidos del cuerpo.
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